Pareja se aprovechó de la buena fe del sacerdote Miguel Echamendi

Pareja se aprovechó de la buena fe del sacerdote Miguel Echamendi

CUANDO CON BUEN CORAZON EL CURA FUE A LA COCINA A BUSCAR ALIMENTOS PARA ENTREGARSELOS, DOS SUJETOS RECIEN LLEGADOS A LA CIUDAD LE SUSTRAJERON SU APARATO DE TELEFONIA CELULAR.

A pocos días de dejar Ushuaia, después de muchos años de compartir vivencias con la comunidad fueguina, el sacerdote del Colegio Don Bosco, de la capital fueguina, sufrió una amarga decepción en cuanto a lo que se refiere a la naturaleza humana, en un episodio delictivo del que afortunadamente salió físicamente ileso.
El hecho se produjo el pasado miércoles 26 de diciembre, a apenas un día de Navidad, y a alrededor de las 11.25, cuando una mujer y un hombre jóvenes se presentaron en el establecimiento educativo, en una de las galerías próximas a la nave central de la Parroquia Nuestra Señora de la Merced, en San Martín 966, para pedir comida. Los integrantes de la pareja se entrevistaron con el párroco Miguel Echamendi y le manifestaron que habían llegado hacía pocos días a la ciudad procedentes de la localidad santafesina de Rosario, que no tenían familia ni amigos en el lugar y que no tenían para comer.
Diligente, el anciano sacerdote los contuvo y les pidió que aguardaran en su oficina mientras él iba a la cocina a buscar algunos alimentos para entregárselos. Así lo hizo momentos más tarde, despidiendo cálidamente al hombre y la mujer.
Al reingresar a su oficina notó inmediatamente que le faltaba su teléfono celular y no habiendo entrado en el interin nadie a esa habitación, sospechó de aquellos a quienes él le acababa de entregar las bolsas de comida.
Echamendi llamó entonces al 101 de la Central de Policía, acudiendo de inmediato una patrulla que analizó las filmaciones de las cámaras de seguridad. Con la fisonomia y vestimenta de los autores del hecho, se distribuyeron las imágenes al personal policial de recorrida por la ciudad para dar con los autores del ilícito. Poco más tarde se los pudo localizar caminando por la calle San Martin tranquilamente, como si nada hubiera pasado.
Al ser interceptados por los efectivos policiales, el fiscal de turno ordenó que se procediera a su requisa inmediata, comprobándose que tenían en su poder el teléfono celular del religioso.
Los dos sujetos, resultaron ser Fabián Ferreira, de 35 años de edad y Dalma Luque, quienes en realidad son oriundos de la ciudad cordobesa de Carlos Paz y no de Rosario, como habían manifestado a su benefactor.
Personal policial de la Comisaría 1era y de la División Policía Científica llevaron a cabo el operativo ante la mirada extrañada de una gran cantidad de transeúntes, procediéndose en el lugar a tomar vistas del aparato telefónico que un rato antes le habían miserablemente robado a quien les había generosamente entregado alimentos.
Ambos sujetos quedaron imputados en una causa por flagrancia.


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