Ayer el salón Actuar fue copado por un grupo reducido pero ruidoso de feministas, con la ex gobernadora Fabiana Ríos como vocera y negociadora, cuyas integrantes a los gritos intentaron bajar línea – y en los hechos lo lograron – a los convencionales, con cánticos amenazantes: “Machirulo… machirulo… no te lo decimos más… ¡si no hay paridad en Ushuaia que quilombo se va a armar…!”
Finalmente ayer, después de muchas horas de debate en un espacio separado de la nave principal, por la presencia de las activistas, los constituyentes terminaron por insertar al actual artículo 219 de la Carta Orgánica en vigencia, apenas un párrafo más, en el que en términos ambiguos se incorporaron las expresiones “proporción de género” y “democracia paritaria”. Las 29 palabras agregadas no conformaron a nadie porque se trasladó el conflicto al Concejo Deliberante, en donde finalmente se deberá definir en qué grado se vulnerará la voluntad del electorado por la presión de sectores que bregan para que las mujeres ocupen cargos políticos por la fuerza, ante la falta de razón.
Tal como era de prever, el miércoles 28 de septiembre y en el salón Actuar, del barrio Monte Gallinero, se comenzó a definir, en qué grado los vecinos de Ushuaia verán vulnerado su derecho a elegir a sus representantes en cargos públicos municipales, sin importar con qué sexo éstos se sientan identificados, debido a la tenaz presión ejercida por grupos de militantes feministas que se instalaron en el recinto de debate.
Al momento de analizar el artículo 219 que define cómo se integrarán las bancas del Concejo Deliberante de Ushuaia, que hoy es a través de un sistema por preferencias individuales, los convencionales constituyentes debieron retirarse a deliberar a una habitación próxima porque la nave central del centro cultural Actuar estaba copado por las activistas que saltaban y gritaban cánticos a voz en cuello con letras del tipo: “Machirulo… machirulo… no te lo decimos más… ¡si no hay paridad en Ushuaia que quilombo se va a armar…!”.
En medio de un clima de tensa calma, los constituyentes subían y bajaban la escalera, mientras los tres integrantes del bloque de Somos Fueguinos permanecían sentados incólumes, con una postura ya adoptada y con un proyecto en minoría – el de aplicar el fallo López Entable, basado en intercalar varón – mujer, etc – que no tuvo ningún grado de aceptación.
Por larguísimas horas los convencionales debatieron hasta que dieron a luz un dictamen por mayoría que consistió en agregarle al actual artículo 219 de la Carta Orgánica vigente, apenas un párrafo extra al final del texto, de solo 29 palabras más. De tal manera, al artículo original que reza: “ARTÍCULO 219. El resultado electoral, tras el escrutinio definitivo en las elecciones de concejalas, concejales y convencionales constituyentes es patrimonio inalterable de la comunidad. El sistema de ponderación de listas por preferencia, que puede modificar el orden de las candidaturas, define la conformación de los cuerpos. El requisito del artículo anterior no habilita discusión respecto a la integración final que resulte en los órganos deliberativos”, pasó a decir lo siguiente: “ARTÍCULO 219. El resultado electoral, tras el escrutinio definitivo en las elecciones de concejalas, concejales y convencionales constituyentes, es patrimonio inalterable de la comunidad. El sistema de ponderación de listas por preferencia, que puede modificar el orden de las candidaturas, define la conformación de los cuerpos. La ordenanza de régimen electoral establece el sistema contemplando la proporción por género en la conformación del cuerpo de acuerdo al resultado electoral, bajo el criterio de democracia paritaria.
De esta manera, y mientras resonaban en los oídos de la Convención el “tachín, tachín” producido por quienes esperaban atentas que bajaran, de manera inaudita y hasta improcedente, se incorporó a la reunión, como si fuera una suerte de negociadora autorizada del colectivo feminista, a la abogada Fabiana Ríos, además ex gobernadora de Tierra del Fuego entre 2007 y 2015.
Finalmente y como producto de un análisis que se extendió desde aproximadamente las 15 hasta las 20 – 5 horas ininterrumpidas – los redactores de la futura Carta Orgánica Municipal bajaron a sus bancas y leyeron un dictamen en mayoría que dejó perplejas a las activistas. Primero se las vio confundidas, como si no supieran si debían aplaudir o repudiar lo que acababan de escuchar, pero luego – mientras Ríos les explicaba que al fin y al cabo algo habían conseguido – comenzaron a festejar. Es que aunque no lograron introducir la idea de incorporar concejales por binomios hombre – mujer, como querían, ni tampoco que el artículo tuviera la expresión “paridad de cumplimiento efectivo”, sí pudieron hacer que se borre el párrafo de la versión original del artículo 219 que aseguraba el pleno respeto a la voluntad del electorado: “El requisito del artículo anterior no habilita discusión respecto a la integración final que resulte en los órganos deliberativos”. Esa integración final ahora quedó supeditada a dos nuevos conceptos, que son “proporción de género” y “democracia paritaria”. Este último merecería quizás la calificación de “aberrante” o al menos vilipendiosa para el término democracia, dado que ésta significa “sistema político que defiende la soberanía del pueblo y el derecho del pueblo a elegir a sus gobernantes”. Y al decir “pueblo” no se habla de sexos, identidades, perspectivas, géneros ni paridades. Somos todos.
Al fin y al cabo, la maratónica sesión de ayer fue interpretada como un pase de pelota al Concejo Deliberante, dado que se estableció que el nudo de la cuestión deberá dirimirse en ese ámbito y por ordenanza. O tal vez, en una jugada magistral, el hecho fue intencionado previendo que en ese territorio ya están conseguidos los votos, por la composición actual del cuerpo.
A modo de última chance de reconsideración de su proceder, los artífices de la normativa madre que regirá las próximas décadas al Municipio de Ushuaia todavía podrían demostrar que quieren realmente que se le respete al electorado su soberana decisión en las urnas. Será en la próxima comisión que podrá ser vista por Youtube, de cara a quienes les concedieron a ellos – sin evaluar qué hacen o dejan de hacer, ni con quién, entre las sábanas – el voto que los catapultó adonde están.
Un vecino que estaba presente en el lugar, trabajando, desde su simpleza de espectador, comentó al pasar: “Yo también tendría miedo. A estas chicas no se les puede decir que no…”.
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