10 sobre 10 desde el 8 de abril.
La ciudad del norte de la provincia cuenta a su favor también con el hecho de que sobre todos los pacientes que cursaron la enfermedad se sabe cómo se contagiaron.
A diferencia de lo que ocurre con la turística ciudad de Ushuaia, en donde se registran hasta este momento 114 positivos por COVID 19, aumentando lenta pero constantemente desde el 8 de abril los casos en exclusiva, en el norte de la provincia la localidad de Rio Grande presenta un panorama completamente distinto.
Desde el octavo día de abril la ventosa y agreste ciudad se mantiene en situación de meseta, con 10 casos únicamente. Además de mantenerse estático el número, Rio Grande cuenta con otro punto a favor y no menos importante y que es que todos, absolutamente todos, tienen “nexo epidemiológico” definido. Esto quiere decir que sobre cada uno de los diez contagiados las autoridades sanitarias cuentan con el dato de cómo, en dónde y de quién se contagió.
En esa ciudad además se produjo el primer caso de un trabajador de la Salud infectado, un laboratorista del Hospital Regional Rio Grande, a quienes luego lo siguieron dos enfermeras del Hospital Regional de Ushuaia y hasta el momento al menos tres policías de las comisarías capitalinas 2da y 1era.
Aunque según indica el último parte de la Dirección de Epidemiología existen 2 casos en estudio como sospechosos, en Rio Grande se respira un clima de mayor tranquilidad y sensación de seguridad sanitaria que el que impera en su par del extremo sur isleño.
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