El fiscal Jorge López Oribe afirmó que “no pude llegar a la verdad”.
El terreno en disputa se emplaza en el Parque Industrial de Río Grande en donde funcionaba la firma petrolera Petropol, el que en el año 2012 fue arrasado por un incendio.
Palmiro Di Cónsoli, un vecino de la ciudad de Río Grande que estaba acusado del delito de usurpación, fue absuelto el miércoles 20 de septiembre, al finalizar el debate oral y público realizado por el Juzgado Correccional del Distrito Judicial Norte.
El hombre de 75 años de edad había sido denunciado por utilizar el terreno ajeno para su propio beneficio, luego de haber colocado una tranquera con candado e instalado el servicio eléctrico sin autorización del propietario del lugar, el fallecido Daniel Rumis. La propiedad quedó bajo la responsabilidad de una hija de Rumis, quien manifestó en la indagatoria que nunca tuvo intenciones de dar en locación el terreno.
En el inicio del debate el acusado declaró ante el juez Pedro Fernández, y luego lo hicieron la denunciante, el electricista que realizó la conexión de luz en el lugar y dos empleados de Rumis, todos requeridos por la Fiscalía. Posteriormente también hicieron lo propio cinco testigos propuestos por la Defensa.
En los alegatos de las partes el Ministerio Público Fiscal, representado por el letrado Jorge López Oribe requirió la absolución del inculpado, “por el beneficio de la duda”, debido a que determinó que “no pude llegar a la verdad”.
A su turno, la Defensa, representada por el abogado José Rodas, también pidió la absolución de Di Cónsoli y solicitó al Tribunal que disponga de las acciones correspondientes para constatar cual es la situación respecto del bien en disputa.
Al momento de dirigirse al juez, Palmiro Di Cónsoli refirió que en el año 2021 el predio le fue alquilado por Daniel Rumis mientras que su hija, heredera y administradora de la sucesión en la que está incluida el terreno, negó sus dichos y sostuvo que si bien en algún momento el imputado “mostró cierto interés en alquilarlo, ello nunca se concretó”. La mujer relató también que en todo el tiempo transcurrido hubo una medida judicial de desalojo que Di Cónsoli resistió y que ella misma sufrió represalias por parte del septuagenario consistentes en daños en sus vehículos.
Vale recordar que el predio fue escenario de un descomunal incendio en julio de 2012, cuando el fuego consumió la totalidad de la empresa que allí funcionaba, la firma petrolera Petropol. En el lugar se almacenaban alrededor de 500 tambores de aceite y combustibles, por lo que el igneo consumió una manzana entera, obligó a evacuar a varias familias y trasladar a un bombero al hospital, debido a lesiones sufridas durante las tareas de extinción.