El gerente de Marketing y Relaciones Públicas del Cerro Castor, Francisco Paranza, minimizó el incidente protagonizado por un niño de 10 años que se cayó de una aerosilla.
El empleado del centro invernal aseguró que “el personal de medios de elevación advirtió rápidamente el pequeño problema, disminuyó la velocidad de la silla y la acercó a la zona de la red, dejó caer al menor y aplicó el protocolo de rescate”.
Francisco Paranza realizó declaraciones a la prensa el día lunes último, para explicar que “en el momento del ascenso había una persona menor de edad que estaba con su familia. Se sentó con sus padres, de manera normal. Cuando comenzó el momento del ascenso, la barra de seguridad bajó y, por motivos que estamos analizando, el niño quedó colgando agarrado de su padre. Rápidamente el personal de medios de elevación advierte este pequeño problema, aplica el protocolo, disminuye la actividad de la silla, se lo acerca a la zona de red y se lo deja caer para aplicar el protocolo de rescate”.
El gerente de Relaciones Públicas y Marketing resaltó volvió a insistir en que “la barra de seguridad bajó. Rápidamente se dieron cuenta del inconveniente y aplicaron la disminución de velocidad y se lo acercó a la zona segura. En un minuto los socorristas estaban en su posición”.
Paranza manifestó también que “hay que entender que estos rescates no suelen suceder, pero los socorristas se entrenan constantemente. Siempre están con estas actividades. Era hora pico. Estaba todo el personal trabajando en la ruta, controlando que nadie pase por abajo. La red ayuda a todo el equipo y al área de seguridad”.
Sobre las razones que pudieron provocar que el niño quedara colgado, agarrado de su padre y luego debiera saltar a la red para ser rescatado, el entrevistado sostuvo a la prensa radial que “seguramente quedó mal sentado o muy en la punta. Siempre mostramos cómo nos debemos sentar en la aerosilla. Esto tiene sus normas y protocolos de seguridad que hay que llevar a cabo”.