Así lo informó el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero a través de un informe sobre la actividad de pesca del buque del empresario chino, Liu Zhijiang, radicado en Ushuaia, entre los días 4 de febrero y 11 de marzo.
Luego del escándalo de renuncias de funcionarios del Gobierno nacional por supuesta “protección” al accionar irregular de la empresa de capitales chinos Prodesur S.A., sorprendida con 175 toneladas de merluza negra en sus bodegas, se determinó que la mayor parte de la carga corresponde a juveniles en desarrollo.
El hallazgo en las cámaras frigoríficas del buque arrastrero Tai An, propiedad de un empresario chino radicado en Ushuaia, de 175 toneladas de merluza negra, parece ir complicándose cada día más, según se va profundizando la investigación en torno al caso.
Es ahora el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero el ente que dio a conocer un informe detallado sobre la actividad del buque pesquero desplegada entre el 4 de febrero y el 11 de marzo de 2024. El foco principal del análisis se centró en las capturas de merluza negra (Dissostichus eleginoides) y las prácticas de pesca del buque, particularmente en relación con las regulaciones y normativas establecidas para proteger esta especie.
El informe señala que “el Tai An a pesar de no tener cuota de captura de merluza negra desde el 2020, ha realizado una serie de lances de pesca en el Área de Protección de Juveniles de Merluza Negra que resultan preocupantes. A lo largo del período analizado, el buque realizó 72 lances de pesca, durante los cuales capturó un total de 3.178 toneladas de peces. De esta captura, 175 t corresponden a merluza negra, lo que representa el 96% del total”.
El documento agrega también que “las capturas de merluza negra se realizaron en la zona de protección a juveniles principalmente a profundidades promedio de alrededor de 450 metros (contra los 800 establecidos) utilizando una red de arrastre de fondo, lo cual está prohibido según regulaciones. Además, se observó que el buque ingresaba repetidamente a esa zona cada 5 o 6 días para realizar lances de pesca en la misma ubicación geográfica, lo que sugiere una intencionalidad manifiesta de pescar merluza negra, a pesar de haber superado los límites permitidos por las regulaciones”.
El INIDEP también destaca que la mayoría de las capturas de merluza negra fueron juveniles, lo que indica una clara violación de las regulaciones destinadas a proteger a la especie. Según la normativa vigente, la proporción de juveniles en la captura no debe superar el 20%, sin embargo, en este caso, el 55% de los ejemplares capturados fueron juveniles.
El Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero concluye sentenciando que “el buque Tai An incumplió múltiples normativas y regulaciones al pescar de manera dirigida y en grandes cantidades de merluza negra en el área de protección, utilizando una red de arrastre de fondo a profundidades prohibidas y capturando una proporción significativa de juveniles. Esto plantea serias preocupaciones sobre la sostenibilidad de la pesquería de merluza negra y la necesidad de reforzar la vigilancia y el cumplimiento de las regulaciones por parte de las autoridades pesqueras”.
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